sábado, 10 de julio de 2010

Descansa en paz, hermoso viejito...




Mi Nico lindo murió hay en la mañana...

Ya tenía rato que sabía que este momento llegaría, no sabía cuando, ni como, pero sabía que el tiempo pasa inexorablemente, y que nos lleva de paso.





Después de regalarme cinco años de su vida, Nicomedes empezó a decaer en la mañana, solo fue cuestión de un par de horas para que dejara de respirar.

Ahora lo único que me queda de consuelo es saber que no tuvo dolor, que no murió asesinado en un pinche criadero, que no murió solo encerrado en una jaula... murió en mi cama, envuelto en una toalla, conmigo a su lado.

Y viene lo más difícil: Acostumbrarme a mi vida sin él, sin sus mañas, sus travesuras, su carita bigotona, sin sus besos en las manos...



Descansa en paz, angelito, que espero que Juan Cochino, Chinchilo, Quesito, Gordito, Cheto y toda la camarilla te den la bienvenida en el arcoíris... y espero también volver a verte cuando el tiempo también me alcance...

Te amo, viejito precioso, gracias por todos los regalos que me diste.

Hasta pronto.


2 comentarios:

Maríaisabel Mota dijo...

Jime:

Muchas gracias por compartirme a Nico. Conocerlo y apapacharlo fue una experiencia gloriosa.

Te quiero

Vale Padilla dijo...

Gracias Nico guapo, fue un honor conocerte y rasarte entre tus suaves orejitas. Te extrañaremos mucho! y ayúdanos a cuidar de tus hermanios que se quedaron en este plano terrenal. Siempre te recordaremos!