Gracias a dios se acabó...

Uuuuuufffff...

Bueno, pues ya han pasado varias semanas desde que mis dos bebés partieron.

Los extraño mucho, a ratos recuerdo todas las cosas que los hacían ser únicos y especiales... y pues bueno, no me queda de otra más que esperar que nos volvamos a encontrar otra vez en algún otro (y mejor) lugar.

Ahora sé lo que les pasó, en el lugar donde duermen, había una vieja caja que contenía cosas para "el jardín", entre ellas una vieja bolsa que ya no tenía etiquetas ni serigrafía...

Bueno, pues resulto que en esa bolsa había fertilizante para violetas.

Los gatos que adoptamos, subieron al anaquel y al parecer tiraron algo de el fertilizante, los conejos lo probaron... y lo demás es historia.

Hasta parece una broma de muy mal gusto.

Me acaban de dar las cenizas de los chiquitos y acaban de dar de alta a los demás, afortunadamente están sanos, aunque creo que todos nos sentimos tristes y un poco raros sin Chinchilo y Juan Cochino.

Ellos han cambiado un poco, Nicomedes y Pepe se llevan más ahora que antes (ellos eran muy cercanos a los que murieron) y la Chabela ya duerme en la bodega con ellos (la cual, de por cierto tuve que lavar completamente, de piso, paredes, techo hy muebles para eliminar cualquier rastro de fertilizante, después de lavar toooooodoooo a conciencia con litros y litros de agua, tuve que pintar con pintura base agua tooooooda la bodega).

Ahora y gracias a Alma (que ha sido un enorme apoyo en todo este horrible cuento), a mi familia y amigos, ya me siento un poco mejor y decidí reanudar las entradas de mis blogs.

Gracias a todos.

Atte.

Momma Bunbun